Playas de Benidorm

Las playas de Benidorm son un verdadero paraíso mediterráneo que atrae a millones de visitantes cada año. Con una extensión de más de cinco kilómetros, estas costas se dividen en varias playas, cada una con su propio encanto y características únicas. La Playa de Levante, quizás la más famosa, se distingue por su animada atmósfera y su amplio paseo marítimo, donde siempre hay un bullicio de actividades. Este es el lugar ideal para disfrutar de un día soleado, tomar un refresco en una de sus numerosos chiringuitos y contemplar la hermosa vista de las islas de Benidorm en el horizonte.
Un poco más al sur, encontramos la Playa de Poniente, que ofrece una experiencia más tranquila y relajante. Este espacio es perfecto para aquellos que buscan escapar del ajetreo, con su fina arena dorada y un ambiente más sosegado. La puesta de sol aquí es un espectáculo imperdible, pintando el cielo de tonos cálidos que deleitan a los amantes de la fotografía y los momentos románticos. A lo largo de su paseo, se pueden encontrar diversas terrazas donde disfrutar de una cena al aire libre mientras se escucha el suave murmullo de las olas.
No se puede hablar de las playas de Benidorm sin mencionar la Playa de Mal Pas, un pequeño y acogedor rincón que se encuentra entre las dos principales. Con sus aguas cristalinas y un entorno más íntimo, esta playa es ideal para familias y aquellos que buscan un remanso de paz. Desde aquí, se puede acceder a calas escondidas que invitan a la exploración, añadiendo un toque de aventura a la visita.
En cuanto a las instalaciones, las playas están equipadas con servicios que garantizan una experiencia cómoda y agradable. Desde duchas y aseos hasta áreas de juegos para niños, cada detalle está pensado para el disfrute de los visitantes. La accesibilidad también es un punto fuerte, con rampas y pasarelas que facilitan el acceso a las personas con movilidad reducida, asegurando que todos puedan disfrutar de la belleza de este litoral.
Actividades increíbles que hacer en Benidorm
Parque de Elche

El Parque de Elche, un auténtico refugio verde que se extiende sobre más de 20.000 metros cuadrados, es uno de los espacios más emblemáticos y queridos por los residentes y visitantes de Benidorm. Este parque, situado cerca de la playa, ofrece un respiro del bullicio de la ciudad, donde la naturaleza se fusiona con el arte y la cultura en un entorno cuidadosamente diseñado.
Entre sus senderos serpenteantes, los paseantes pueden descubrir una variada colección de palmeras que representan una de las mayores concentraciones de estas especies en Europa. La presencia de más de 300 palmeras de diversas variedades, junto con una rica vegetación que incluye plantas autóctonas y ornamentales, convierte al Parque de Elche en un punto de interés botánico. Los árboles ofrecen sombra y un ambiente fresco, ideal para pasear o simplemente relajarse en un banco, disfrutando del canto de las aves que anidan en el parque.
El parque no solo se destaca por su flora. También alberga una serie de elementos arquitectónicos que enriquecen la experiencia del visitante. Entre ellos, destaca el lago artificial, donde se puede observar a los patos nadando plácidamente, creando un ambiente idílico. A su alrededor, se encuentran zonas de juegos infantiles, lo que lo convierte en un lugar ideal para familias que buscan un espacio seguro y divertido para que los más pequeños disfruten.
Mirador del Castillo

El Mirador del Castillo de Benidorm se alza majestuosamente sobre la costa, ofreciendo una de las vistas más impresionantes de la región. Este punto panorámico, ubicado en la cima de una colina, permite a los visitantes contemplar el esplendor del Mar Mediterráneo y la línea de costa que se extiende hasta donde alcanza la vista. La sensación de estar rodeado de paisajes naturales, combinados con la arquitectura moderna de la ciudad, crea un espectáculo visual que resulta irresistible para los amantes de la fotografía y la naturaleza. La ubicación estratégica del mirador, en el antiguo recinto del Castillo de Benidorm, no solo ofrece vistas, sino que también sumerge a los visitantes en la historia de la ciudad.
El acceso al mirador es sencillo, con un sendero bien marcado que invita a los paseantes a disfrutar de un agradable paseo. A lo largo del camino, se pueden encontrar varios paneles informativos que relatan la historia de la fortaleza que una vez protegió la ciudad. Este aspecto histórico añade un valor significativo a la visita, ya que permite a los turistas comprender la importancia del castillo en la defensa contra los ataques piratas en siglos pasados. Además, el mirador cuenta con áreas de descanso y bancos donde los visitantes pueden relajarse y absorber el ambiente, convirtiendo la experiencia en un deleite tanto visual como emocional.
Paseo de la Carretera

En pleno casco antiguo de Benidorm, el Paseo de la Carretera late como la arteria principal de la ciudad, un espacio peatonal siempre animado y punto de referencia tanto para turistas como para locales. Esta vía, estrecha y bulliciosa, es mucho más que una simple calle: es un recorrido imprescindible para quienes desean sumergirse en la esencia urbana y social de la capital de la Costa Blanca.
En los años 30, cuando Benidorm era apenas un tranquilo pueblo pesquero, la calle ni siquiera figuraba en los mapas y marcaba el final del núcleo urbano y el inicio de la carretera hacia localidades vecinas como Villajoyosa o L’Alfàs del Pi. Con la llegada masiva del turismo en los años 60, la ciudad creció y esta vía se transformó en el epicentro del comercio y la vida social, rodeada de bares, restaurantes y tiendas de todo tipo. No fue hasta la década de 1980 cuando recibió su nombre definitivo: Paseo de la Carretera, o ‘Passeig de la Carretera’ en valenciano.
La Famosa ‘Calle del Coño’
Entre los locales y visitantes, el Paseo de la Carretera es conocido popularmente como la ‘Calle del Coño’, un apodo que nada tiene que ver con el significado literal de la palabra. El origen es mucho más pintoresco: era habitual que los benidormenses, al encontrarse con conocidos durante el paseo, exclamaran con sorpresa “¡Coño, Manolo!”, convirtiendo la calle en sinónimo de reencuentros y vida social. Tanto es así que, si uno quería evitar a alguien, bastaba con no pasar por allí.
Isla de Benidorm

La Isla de Benidorm, es un destino que sorprende por su belleza natural y su rica biodiversidad. Con una extensión de apenas 1,5 kilómetros cuadrados, esta isla es un lugar único donde se puede disfrutar de la tranquilidad y la serenidad que ofrecen sus playas de arena fina y sus aguas cristalinas. La isla, declarada Paraje Natural, alberga una gran variedad de flora y fauna, convirtiéndola en un punto de interés tanto para los amantes de la naturaleza como para los entusiastas del senderismo y el buceo. La costa rocosa está llena de impresionantes acantilados, lo que la convierte en un lugar ideal para practicar deportes acuáticos como el snorkel y el paddle surf.
Una de las características más destacadas de la isla es su diversidad ecológica. La vegetación autóctona incluye especies como la pita y el romero, que son típicas de la región mediterránea. Además, las aguas que rodean la isla son hogar de una gran cantidad de especies marinas, incluyendo peces de colores vibrantes, lo que atrae a buceadores de todos los niveles. Los visitantes pueden explorar la rica vida marina a través de excursiones organizadas que permiten disfrutar de la belleza submarina de la isla. En el punto más alto se encuentra un faro, que no solo sirve como guía para los navegantes, sino que también ofrece vistas panorámicas espectaculares que son perfectas para capturar momentos inolvidables.
La Isla de Benidorm también es famosa por sus rutas de senderismo, que permiten a los excursionistas explorar sus paisajes montañosos y disfrutar de la paz que se respira en este entorno natural. A lo largo de los senderos, los visitantes se encontrarán con miradores que ofrecen vistas únicas del horizonte y la costa valenciana, un espectáculo visual que no se debe perder. Sin duda, la combinación de naturaleza, aventura y vistas impresionantes hacen de la isla un destino imprescindible para quienes buscan escapar del bullicio de la ciudad y disfrutar de un día de exploración en un entorno natural inigualable.
Parque Acuático Aqualandia

El Parque Acuático Aqualandia de Benidorm se erige como uno de los destinos más emblemáticos para quienes buscan una escapada llena de diversión y adrenalina. Inaugurado en 1985, este parque de atracciones acuáticas se ha convertido en un referente a nivel nacional, ofreciendo una amplia gama de toboganes y atracciones que garantizan una experiencia inolvidable. Entre sus principales atractivos, destaca la famosa Verti-Go, un tobogán que desafía la gravedad y que se sitúa entre los más altos de Europa, brindando a los más atrevidos una emocionante caída libre desde una altura de 33 metros.
Además de la adrenalina pura, Aqualandia también cuenta con áreas diseñadas para el disfrute de toda la familia. Los más pequeños pueden disfrutar de zonas acuáticas adaptadas a su edad, como Mini Park, donde se han creado espacios seguros y divertidos para que los niños se sumerjan en el agua sin preocupaciones. Esta atención a la diversidad de edades y tipos de visitantes es uno de los aspectos que ha cimentado su popularidad, haciendo de Aqualandia un lugar donde cada miembro de la familia puede encontrar su rincón especial.
Terra Mítica

Terra Mítica es un parque temático que combina aventura, entretenimiento y cultura. Diseñado para sumergir a los visitantes en la rica mitología de las antiguas civilizaciones mediterráneas, el parque se divide en varias zonas temáticas, cada una dedicada a una cultura específica, como la griega, romana y egipcia. Entre sus numerosas atracciones, destacan montañas rusas y espectáculos en vivo que despliegan una impresionante combinación de efectos especiales y actuaciones que capturan la esencia de cada civilización. Los visitantes se verán envueltos en un viaje donde las leyendas cobran vida y la historia se convierte en una experiencia interactiva.
Uno de los aspectos más fascinantes de Terra Mítica es su enfoque en la educación a través del entretenimiento. Aquí, los turistas pueden aprender sobre las tradiciones y mitologías de los pueblos antiguos mientras disfrutan de atracciones emocionantes. La atención al detalle es palpable en cada rincón del parque, desde la arquitectura de los edificios hasta las representaciones de mitos que narran las historias de héroes y dioses. Entre las atracciones más populares se encuentra El vuelo del Fénix, una montaña rusa que ofrece una emocionante experiencia mientras sumerge a los visitantes en la leyenda del ave mítica que renace de sus cenizas.
Además de las atracciones, Terra Mítica ofrece un amplio abanico de opciones gastronómicas que reflejan la diversidad culinaria de las distintas culturas representadas. Desde platos típicos de la cocina mediterránea hasta delicias de la cocina egipcia, los visitantes pueden disfrutar de una experiencia gastronómica que complementa su aventura. El parque también organiza espectáculos en vivo a lo largo del día, donde danzas tradicionales y actuaciones acrobáticas mantienen a los visitantes entretenidos y maravillados. La combinación de adrenalina, cultura y buena comida convierte a Terra Mítica en un destino imperdible para quienes buscan una experiencia única en Benidorm.
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